Colectivo de colectivos es una propuesta de The Post Collective para la Catalizadora CIRCLUSION, una de las investigaciones colectivas de Te(n) Cuidado sobre el papel de los cuidados en el sector cultural y en especial en la organización de colectivos culturales y organizaciones autogestionadas. A través de la motivación de entender, la Catalizadora CIRCLUSION como un colectivo de colectivos, las palabras y los diagramas que siguen nos invitan a reflexionar sobre las consecuencias y los desafíos que cualquier colectivo puede enfrentar cuando forja conexiones y afiliaciones cercanas con otros colectivos y grupos.
“No cambias las cosas luchando contra la realidad existente. Para cambiar algo, construye un nuevo modelo que haga obsoleto el modelo antiguo”.
– R. Buckminster Fuller
Una pregunta apremiante que surgió durante nuestra última reunión fue preguntar: ¿por qué deberíamos considerar la idea de formar un colectivo de colectivos? Para responder a esta pregunta debemos comprender mejor las necesidades, los beneficios pero también las dificultades que surgen cuando cualquier colectivo establece conexiones y afiliaciones cercanas con otros colectivos y otros grupos.
¿No debería ser una razón fundamental y una función de cualquier colectivo autónomo y proactivo (¿No debería cualquier colectivo?) compartir conocimientos y recursos con otros colectivos, grupos e individuos de mentalidad similar?
Las cualidades de interdependencia, de solidaridad y de compartir recursos juegan un papel central en la construcción de la identidad colectiva tanto en su forma singular como en términos de un colectivo de colectivos.
Si un colectivo no puede forjar conexiones y afiliaciones con otros colectivos u otros grupos, ¿esta incapacidad refleja ciertos problemas intrínsecos y deficiencias del colectivo mismo? ¿Y qué sucede cuando un colectivo se cierra y se aparta de otros?
Para un colectivo, por su propia naturaleza y objetivos, parece necesario propagar un sentido activo y abierto de compromiso con los demás y el mundo en general. ¿Es tal apertura y compromiso parte integral de la definición y características de cualquier colectivo en vez de operar por lo contrario como un club y/o grupo cerrado?
Un colectivo activo inevitablemente produce cultura interna, hábitos, costumbres y normas que se refuerzan, pero son prácticas, confirmación social y sentido de pertenencia. “Si mi colectivo lo aprueba debe significar que es aceptable”. A través de las prácticas colectivas se pueden banalizar muchas cosas: buenas y dañinas. Entonces, el intercambio y la fluidez pueden asegurar que las prácticas colectivas se controlen con el resto del mundo.
La pandemia planteó muchas preguntas sobre la relación del individuo con el colectivo social, el gran colectivo público impuesto y controlado desde arriba. Durante este tiempo se destacaron las consecuencias tanto positivas como negativas de la colectividad en términos de una variedad de áreas sociales y políticas. El geógrafo marxista David Harvey cree que una parte central de la construcción de un mundo radicalmente diferente es transformar las concepciones mentales individuales de ese mundo. Tales transformaciones, según Harvey, deben conducir entonces al montaje e implementación de respuestas colectivas a dilemas colectivos. A la luz de todo lo expuesto dentro de la reciente crisis, ¿no es hoy la responsabilidad (capacidad de respuesta) de cualquier colectivo autónomo y activo, buscar formar un colectivo de colectivos?
Al hacer estas preguntas sobre lo que podría ser necesario para formar un colectivo de colectivos, es importante recordar el hecho de que tales esfuerzos también deben incluir posibilidades para acceder y celebrar momentos de belleza y alegría raros y demasiado a menudo pasados por alto.